viernes, 23 de noviembre de 2012

[HunHan/02] Deplore: Maybe, in another life ;;



# C a p í t u l o II.





Una cantidad enorme de criaturas despide al grupo de tres que se marcha. Las trompetas de los enanos resuenan en todo el lugar una melodía nostálgica, como extrañando algo (al canto de las Ninfas, se podría decir). Las hadas les envían vibras positivas y llenan de pequeñas flores los cabellos de LuHan, Kris, y SeHun. Éste último es quién más feliz está por la atención de éstas, ellas eran sus confidentes, sus mejores amigas. Una pequeña y amarilla, conocida como Dex, está sentada en su cabeza trenzándole en el mismo lugar de siempre. Al final lo amarra con un lacito amarillo, y le susurra en el oído un pequeño “suerte” para luego irse con las demás.
SeHun siente que la necesitará, y en más de un aspecto.
LuHwang les da sus bendiciones para el viaje y le entrega a su hijo un pequeño obsequio, envuelto en la más fina seda tejida por las mismas hadas del reino de los Lee. Dentro de ella contiene el ala de un hada, símbolo de buena suerte según los Elfos (de mal augurio para SeHun, pues una tuvo que morir para obtener dicho objeto).
LuMin llora la partida de su hijo y le abraza fuerte, y luego un simple apretón en el brazo de Kris en señal de que lo cuide. Ni una mirada al menor.
Tras, quizás, una hora de despedida, se pierden de la vista de los demás dentro del bosque.

— Asegúrate que Park reciba su misión — LuMin le habla, sin que su marido se dé cuenta, a uno de los enanos. Éste al oír las órdenes se va sin que nadie lo note.




— La vegetación es cada vez más espesa… — rompe el silencio entre ellos SeHun, quién jamás había ido más allá de los límites de los terrenos de los Lu. O no que recordara.

— Se supone que así es para que sea más difícil encontrar el hogar de ustedes — responde Kris, mirando de reojo al menor y el leve sonrojo en sus mejillas al notar lo obvio que era la respuesta.

Caminan por todo el día, discutiendo cosas sin importancia y tratando de descubrir algo más de Kris. Resultado nulo, por cierto. Al caer la noche pueden ver unas luces a lo lejos y SeHun sonríe: es el dominio de los Kim, y allí vive JongIn.
JongIn, o también conocido como Kai, es un elfo de las tierras de los Oh, pero del dominio de los Kim. Se diferencian del resto por ser de piel morena, aunque eso no les quita belleza ni gracia. El moreno conoce a SeHun desde que son niños porque ha visitado los lindares de los Lu más de una vez; es él quién le enseñó a bailar y la pasión por tal.
El baile de SeHun es algo que había vuelto loco siempre a LuHan. Pero al mismo tiempo detestaba que por lo mismo pasara tanto tiempo con JongIn cada vez que éste fuera de visita.

Las casas en las tierras de los Kim son diferentes: todas de piedra. Están tan camufladas que sino es por las luces pegadas a estas no notarían la diferencia. Pero están todos reunidos en la plaza, lo cual quiere decir solo una cosa: JongIn está bailando.

“¡JongIn! ¡Kai! ¡Eres genial! ¡Hazlo de nuevo!” y muchos gritos más son los que salen de la muchedumbre. Los tres viajeros se quitan el gorro de sus capuchas y avanzan hasta el lugar, abriéndose paso hasta el frente. LuHan jamás le había visto bailar en realidad, pero para ser la primera vez que le ve sobre pasa mucho las expectativas que tenía del tal Kai.
La música recién empieza, y el sonido de los instrumentos legendarios de los Kim hacen una gloriosa melodía, para ser acompañados con el canto de uno de los Elfos más conocidos por tan majestuosa voz. Los movimientos del moreno empiezan antes que las palabras, moviéndose con tal gracia y esplendor.
Hermoso, bello, delicado, perfecto. Cualquier palabra queda corta y es un insulto contra ese arte que el joven impone. Al principio, con sus manos simula ser él quién toca la música, y el simple reflejo de la luna la de un toque especial. Cuando una voz rompe esa atmósfera, los movimientos del resto de su cuerpo empiezan. Una pierna, un brazo, ambos; lo hace con pasión, con amor a lo que hace. Se mueve por el pequeño escenario improvisado cruzando su mirada con la nada, como si le cantara a algo que estuviese más allá de su campo de visión. Su pantalón rojo algo ajustado denota más los movimientos de sus piernas, y con el color también llama más la atención; hipnotizando, prohibiendo dejar de observarle sin si quiera mirar al público o pronunciar algo más. Y cuando se cree que ha acabado empieza nuevamente, logrando que de nueva cuenta todas las miradas estén sobre él siguiéndole, admirándole. Termina con una vuelta y luego aparenta, como al principio, tocar el instrumento de fondo. Y tan rápido como todo acaba su número, su seguridad sobre el escenario se esfuma, dando paso a un JongIn que tiene en su cara una tímida sonrisa mientras agradece al público los aplausos y las palabras. Y como queriendo no perder ningún detalle de su alrededor pasa la mirada por todo el lugar, notando a SeHun mirándole entre la muchedumbre. Sonríe.
Pero no es el único que observa al menor; LuHan también lo hace.

El moreno baja corriendo del escenario, dirigiéndose hacia el menor.

— ¿SeHun?

— El mismo, JongIn — se abrazan fuerte, preguntándose como están y cosas triviales, aunque hacía tres años desde la última vez que se vieron — ¿Por qué nunca volviste, JongIn?

— Oh… mi padre me lo prohibió — LuHan en su cabeza está de acuerdo con aquel acto (y en realidad arde de celos) — Él dejó de ir a reuniones también allá. No sé el motivo.

— JongIn — una mujer delgada y alta, con facciones similares al nombrado le llama, mirando a los tres extranjeros — Tu padre te busca. Ahora — Kai la mira extrañado, pero no duda en obedecer a su madre. Ésta se dirige a los visitantes — Deben irse ya, LuHan — acaricia la mejilla del chico, en un acto maternal — están tan grandes los dos. Me hubiera gustado conversar, pero será otro día. Váyanse ya.




Es de noche ya cuando un árbol levanta sus raíces formando una especie de cueva, y le sonríe a LuHan, éste entra y le sigue Kris, finalmente SeHun. Deja cada uno su pequeño bolso en fondo y se disponen a preparar una pequeña fogata fuera, pues de todos modos en esos territorios no corren peligro. El más alto se ofrece para ir por leña, pero SeHun insiste en ir él, y Kris no puede decirle que no, por lo que el menor gana.

Un poco más alejado del “campamento” improvisado, SeHun se detiene.

— Sé que estás ahí, sal ya.

Silencio.

— Voy a ir a buscarte.

Nada.

— Tú lo pediste.

Y después está Kai riendo en el piso y SeHun sobre éste, haciéndole cosquillas.

— ¡Yah SeHun! Que si LuHan nos ve me mata — el mayor ríe. SeHun se queda estático, entendiendo la indirecta y preguntándose cómo rayos Kai está al tanto.
Pero decide cambiar el tema.

— ¿Por qué nos sigues?

— Mi padre quería que fuera a los icebergs del sur, por alguna razón quiere que me quede allá por un tiempo… pero yo les seguí — JongIn sonríe de lado, maliciosamente.

— Anda, ven a pasar la noche con nosotros.



Kai le sigue, no muy convencido.

Cinco minutos más tarde LuHan le asesina con la mirada.
Pero no dice algo, pues no son amigos.




A la mañana siguiente JongIn sale temprano seguido por LuHan, ambos en busca de madera.

— Deberías dejarlo ir LuHan, te vas a casar. Serás el Rey de Reyes, dueño y señor de los bosques del sur y del mar negro. ¿Pretendes hacerle ilusiones hasta el día de tu boda? ¿O luego simplemente seguir con él y mandar todo a la mierda? — Y por un momento, el tiempo para el mayor se detiene. Tiene razón, en todo. Haría eso y más… pero no era momento de arrepentimientos. Había dado un paso hacia lo que según todos era tabú y no volvería, no cuando lo poco del camino que ha transcurrido le parece delicioso, perfecto, adictivo.

— No Kai… mandar todo a la mierda sería casarme y hacer oídos sordos a lo que mi corazón grita — el mayor sonríe, para él mismo más que todo, estando seguro de sus palabras.

— Eso crees tú, ¿y lo que cree SeHun? Dudo que quiera permanecer a tu lado si eso implica entrometerse entre tú, tu familia y lo que los señores tienen para ti, LuHan. Quiero mucho a SeHun y simplemente no quiero que le hagas daño, ¿vale? — el moreno palmea la espalda del rubio cuando se va, dejándole solo.

El día pasa y el sol está en lo más alto cuando se despiden del centenario árbol que les acobijó la noche anterior. Algunas nubes recorren el cielo interponiéndose de vez en cuando entre el sol y la tierra, de vez en cuando se oyen cantos de hadas y, mientras avanzan, el terreno se hace menos espeso. Planean dirigirse a la tierra de los Enanos, ya que es más seguro pasar por allí que por el acantilado.

Pero de pronto, se pierden.

Las nubes se amontonan en el cielo cada vez más y más, dejando a un lado la claridad que les prestaba el sol. Lo más probable es que llueva y… a SeHun no le sentaría bien.
Hay pequeños detalles de los cuales LuHan debería estar al tanto, pero es realmente Kris quién se preocupa por ellos. Nada de agua de mar para el menor, adiós al rocío de la mañana que otorgan las hadas y, también, definitivamente estar lejos de la lluvia.
Con el paso de los años aprendieron a lidiar con eso, a prevenir pequeños accidentes. Por alguna razón la piel de SeHun rechaza todo tipo de líquido, con pequeñas excepciones, claro.

Pero la lluvia no está entre ellas.

Y sería un total peligro para él permanecer bajo ella, definitivamente no puede darse ese lujo.

Se pone nervioso. Siente miedo. Se desespera.

No quiere volver a sentir la lluvia sobre él, quemándole.

Esconderse bajo un árbol no es una opción, estos absorben la humedad. No hay tiempo para construir algo. No saben cómo llegar al lindar de los Enanos buscando techo.

Corre.

Huye.

Siente la primera gota y… llora. La primera tarde o temprano dará paso a la segunda, luego la tercera… y finalmente una lluvia torrencial. Ya no es un crío que saldría en dirección a su casa en busca de refugio y ayuda, ya no puede.

Porque su hogar no está allí.
Porque nadie puede ayudarlo.
Porque su única esperanza es que haya una casa en la nada.


Pero no la hay, claro.


LuHan le sigue, tras él van JongIn y Kris. Los tres gritándole. Pero el menor no escucha, solo siente. Siente la tierra bajo sus pies, y cuando pisa una parte en la que haya caído si quiera una gota cierra los ojos, le duele, mucho. Corre lo más que puede, cree que así llegará al terreno de los Enanos pronto y todo pasará… pero olvida que está perdido, que esa dirección puede llevarle a cualquier lugar.

Y de un momento a otro, no hay algo bajo sus pies.
El aire le roza la cara y todo el cuerpo, está cayendo.
Rápido, muy rápido.

LuHan le vedesaparecer en un dos por tres. Está por alcanzarlo y cae. Desaparece de su campo de visión.
Y ahora es él quién siente nervios, miedo; quién se desespera.

— ¡LuHan! ¿Y SeHun?

— Kris yo… él… el acantilado… — y recién allí se da cuenta de la magnitud de todo. Pequeños detalles se juntan y, en sincronía, dan un gran problema.


Un minuto, creo que ha pasado un minuto desde que sentí que corría lejos. En esos 60 segundos todo se vino abajo. Ya no puedo escuchar los susurros de los árboles, el revolotear de las aves y mariposas, ni los pasos de Kris y Kai que me seguían. Ni a mi corazón siento latir… ¿Será que he muerto con él? La vida me está jugando una mala broma, ¿cierto? Porque si esta es mi realidad no quiero imaginar como sería una pesadilla, como sería el infierno. ¿Por amarlo merezco esto? ¿O él por amarme? Si mi corazón ha dejado de latir es porque el de él también, ya que los compases de nuestros latidos son al unísono y se complementan. De nada serviría uno solo. ¿Acaso puede vivir una planta sin sol? ¿Mi madre sin mi padre? ¿Un hada sin alas? ¿Un dragón sin su vuelo? ¿Yo sin él? Si he de vivir en un mundo donde él no esté, donde su risa no pueda hacerme sonreír, donde no pueda deleitarme con verle dedicándome miradas, caricias… déjenme decirles que eso no es vida, porque mi vida está donde él esté. Vamos Kris, conviértete en ese majestuoso dragón del cual SeHun quedó sin aliento cuando le vio por primera vez y hazme un favor, ¿quieres? Quémame, que al parecer lo he perdido, le he dejado ir, me he rendido… Quizás solo así pueda olvidar todo por lo menos por un momento. — Oh LuHan.

3 comentarios:

Park Gong Sik on 27 de noviembre de 2012, 11:04 dijo...

lajhfaidfhjiadjif me encanta tu fic! No leí muchos fantásticos, es uno de los primeros que leo de este género y me gusta mucho como lo armaste :D
Muchas gracias por escribir! Espero la conti!!

Milk on 27 de noviembre de 2012, 13:24 dijo...

Me gustó este capi también *^*
Muy fuerte lo de Sehun con la lluvia, no me lo esperaba para nada u.u Pero como amo esas cosas que sorprenden pues... *A* Sólo queda que Kris se transforme en un dragón y siodjasdsf quiero KrisYeol (?) xD
Como siempre, el último párrafo es fantástico, 8D no sé como se te ocurren. xDDD
Espero con ansias el siguiente viernes~ <3

Ramo dijo...

Ajdkfosns es lo +++++
Fuera de joda, es genial, las familias, la relación entre Sehun y Luhan, el conflicto, hasta el mínimo detalle complementa el fic.
Espero actualización, estaré atenta <3

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