Autora: Pauli
Título: Cambio de aires;;
Pareja: HunHan{SeHun x LuHan}
Tipo: Yaoi
Clasificación: +13
N°: o3/66.
N/A: me perdí mucho tiempo y ni avisé. me fui de vacaciones y pues, aún lo estoy. gracias a la tami<3 hoy se me fue un rato el bloqueo que tenía -tengo-, y salió esto de mi cabeza con sueño. está sin betar y llevo un tiempo sin escribir, pero bueno... quizás tarde en volver a actualizar con otro oneshot, pero lo seguiré haciendo.
» C a m b i o D e A i r e s ; ;
No viaja con intenciones
de un amor de verano, ni con ganas de aprender o para salir de fiesta. Quiere,
simplemente, un cambio de aires.
Y huir de él. Aunque no lo admita, claro.
Pero sus padres se toman demasiado en serio algunas cosas, y
cuando la madre de un tal LuHan llama a la suya para invitar a SeHun a una “escuela
de verano” ésta acepta gustosa, sin si quiera preguntarle al pequeño si quiere
pasar un mes de sus vacaciones en un país que desconoce, en casa de personas
que jamás ha visto. Pero, al fin y al cabo, estaría “cambiando de aires” (Y huyendo de él).
Pero ya lo ha hecho. Y, en
efecto, el pequeño ya está en el aeropuerto de China. Respirando el contaminado
aire de un país que no es el suyo. Son, literalmente, otros aires.
Baja del avión y camina
con la mirada en su mano, donde se encuentra un pequeño aparato: su móvil. Está
prendiéndolo cuando alza la vista y tiene a un desconocido sonriéndole justo
enfrente.
Sonriéndole así.
Pero no es la primera vez
que un chico (o chica) llama su atención por alguna razón (ojos, voz, cuerpo),
aunque si es la primera que se enamora tanto
de una curva así, por lo que le resta importancia y anota en mentalmente que
debe contarle a Kai que ha sufrido otro “enamoramiento flash”, o así ellos han
proclamado a esos amores de cinco minutos.
El desconocido resulta ser
el dichoso LuHan. Tiene diecinueve años y él dieciséis, aunque el contrario no
lo sabe. El mayor le habla, se presenta y le explica un sinfín de cosas que a
SeHun no le interesan, así que simplemente escucha y asiente a todo, desechando
de su memoria las cosas que cree no necesitará.
Suspira cansado; serán
tres semanas allí. Con LuHan y esa
sonrisita suya.
Serán veintiún días en los
cuales no le conocerá a fondo, donde se agregarán a diferentes redes sociales
por las cuales no interactuarán en esos días (y, probablemente, tampoco lo
harán luego. Excepto para fechas importantes tales como cumpleaños).
La primera semana será en
la cual SeHun descubrirá que es más que un “enamoramiento flash”. Kai le
denomina amor de verano; aunque el menor
cree que es menos que eso, él le llama tenerle
ganas. También el mayor le dará la mano un par de veces para, simplemente,
arrastrarle de un lugar a otro y no dejar que el coreano se pierda, y cada vez
que esos pequeños detalle ocurran Sehun se encargará de no soltarle.
En la segunda semana SeHun
descubrirá que no podría enamorarse de LuHan. Hay algo en él que le llama; que
le hace sentir que esa boca debe ser suya, que esa sonrisita debería formarse justo cuando entre en contacto con
su boca. Pero al mismo tiempo, LuHan no tiene ese-no-se-qué por el cual SeHun caería a sus pies (en realidad, la
única razón es porque LuHan no es él,
no es Baekhyun).
El día doce se besarán por
primera vez. El chino tomará la iniciativa en el baño de la facultad; SeHun le
responderá y descubrirá que la boca del mayor sabe aún mejor que como se ve.
Pero LuHan no es Baekhyun.
Son polos opuestos.
Y eso, muy en el fondo, le
enloquece más. Esa diferencia le pide,
le susurra, le grita que quizás una relación con el mayor podría funcionar.
Pero, nuevamente, LuHan no
es Baekhyun. No es él.
En la tercera semana el
mayor se enterará de la edad de SeHun. Dieciséis. Dieciséis. Caminará de un lado a otro susurrando improperios en
Chino de los cuales el menor jamás ha oído, y si los vuelve a oír quizás no
recordará haberlo hecho antes.
Se retará y se recriminará
por entrometerse con alguien menor. Porque tres años de diferencias no son
muchos, dirá, pero cuando uno tiene dieciséis y el otro diecinueve es donde se
nota más; su relación es ilegal. Dejando a un lado el tema de que ambos son
hombres, se está aprovechando de un
menor según la ley.
Pero le importará un
carajo aprovecharse de un menor cuando
SeHun le bese. Porque les quedan unos días más para dejar todo atrás: en
aquellas tierras Chinas en las que SeHun jamás volverá a poner un pie encima. A
LuHan le importa poco (por no decir nada) que sus finas manos recorran la
pálida piel del menor, explorar y conocer lugares que ni el menor sabía que
existían en su cuerpo. Porque la cordura que le queda (o que cree que le queda)
se esfuma cuando la piel del más alto se pega a la suya produciéndole un calor
más alto que el pronóstico del tiempo ha asegurado que sería. SeHun sonríe
sabiendo que tiene el control, que el mayor no puede resistírsele. Tendrá una
gran historia que contarle (presumirle) a Kai cuando vuelva a Corea.
Los últimos días serán,
sin duda, los más divertidos. Se escaparán, incumplirán normas, harán lo que se
les de la gana; lo disfrutarán, sí. Comerán litros de helado, harán guerras de
agua, y se besarán cada dos por tres (con manos traviesas entre medio; escenas
con ranking +18 quizás).
El día en el que deberá
volver a Corea será el que más recuerden de aquel cambio de aires. SeHun se encargará de recordar esa sonrisa en ese rostro.
No estará triste porque no se ha enamorado, no estará dejando atrás al amor de
su vida ni a su mejor amigo. Un amorío sin más; de esos amores locos de la
juventud de los cuales siempre te acuerdas y quieres, en algún momento,
revivir. Se despedirán con un beso travieso y fugaz (no sin haberse aprovechado
del seguro del baño un rato, claro), ni palabras de cariño habrá. Un “adiós” será
lo último que podrá leer el menor en la boca del contrario desde la lejanía,
justo antes de que se formara esa
sonrisilla. Y es ahí, cuando la verá por última vez justo antes de subirse
al avión, que creerá que le tenía más que
ganas a LuHan.
# # # # #
El primer día en Corea
luego del viaje.
Volverá a ver a sus
padres, a sus amigos.
A Baekhyun.
Y allí lo notará, y lo
tomará como un balde (una bañera si es posible) de agua fría en pleno invierno.
Notará que Baekhyun no es LuHan.