martes, 22 de enero de 2013

[HunHan/Oneshot-o3] Cambio de aires ;;

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Autora: Pauli 
Título: Cambio de aires;;
Pareja: HunHan{SeHun x LuHan}
Tipo: Yaoi
Clasificación: +13
N°: o3/66.
N/A: me perdí mucho tiempo y ni avisé. me fui de vacaciones y pues, aún lo estoy. gracias a la tami<3 hoy se me fue un rato el bloqueo que tenía -tengo-, y salió esto de mi cabeza con sueño. está sin betar y llevo un tiempo sin escribir, pero bueno... quizás tarde en volver a actualizar con otro oneshot, pero lo seguiré haciendo.





» C a m b i o D e A i r e s ; ;



No viaja con intenciones de un amor de verano, ni con ganas de aprender o para salir de fiesta. Quiere, simplemente, un cambio de aires.




Y huir de él. Aunque no lo admita, claro.




Pero sus padres se toman demasiado en serio algunas cosas, y cuando la madre de un tal LuHan llama a la suya para invitar a SeHun a una “escuela de verano” ésta acepta gustosa, sin si quiera preguntarle al pequeño si quiere pasar un mes de sus vacaciones en un país que desconoce, en casa de personas que jamás ha visto. Pero, al fin y al cabo, estaría “cambiando de aires” (Y huyendo de él).

Pero ya lo ha hecho. Y, en efecto, el pequeño ya está en el aeropuerto de China. Respirando el contaminado aire de un país que no es el suyo. Son, literalmente, otros aires.

Baja del avión y camina con la mirada en su mano, donde se encuentra un pequeño aparato: su móvil. Está prendiéndolo cuando alza la vista y tiene a un desconocido sonriéndole justo enfrente.



Sonriéndole así.

Así como SeHun imagina las sonrisas perfectas; unos finos labios rosas, que esconden una dentadura blanca y perfecta.

Pero no es la primera vez que un chico (o chica) llama su atención por alguna razón (ojos, voz, cuerpo), aunque si es la primera que se enamora tanto de una curva así, por lo que le resta importancia y anota en mentalmente que debe contarle a Kai que ha sufrido otro “enamoramiento flash”, o así ellos han proclamado a esos amores de cinco minutos.



El desconocido resulta ser el dichoso LuHan. Tiene diecinueve años y él dieciséis, aunque el contrario no lo sabe. El mayor le habla, se presenta y le explica un sinfín de cosas que a SeHun no le interesan, así que simplemente escucha y asiente a todo, desechando de su memoria las cosas que cree no necesitará.

Suspira cansado; serán tres semanas allí. Con LuHan y esa sonrisita suya.
Serán veintiún días en los cuales no le conocerá a fondo, donde se agregarán a diferentes redes sociales por las cuales no interactuarán en esos días (y, probablemente, tampoco lo harán luego. Excepto para fechas importantes tales como cumpleaños).




La primera semana será en la cual SeHun descubrirá que es más que un “enamoramiento flash”. Kai le denomina amor de verano; aunque el menor cree que es menos que eso, él le llama tenerle ganas. También el mayor le dará la mano un par de veces para, simplemente, arrastrarle de un lugar a otro y no dejar que el coreano se pierda, y cada vez que esos pequeños detalle ocurran Sehun se encargará de no soltarle.

En la segunda semana SeHun descubrirá que no podría enamorarse de LuHan. Hay algo en él que le llama; que le hace sentir que esa boca debe ser suya, que esa sonrisita debería formarse justo cuando entre en contacto con su boca. Pero al mismo tiempo, LuHan no tiene ese-no-se-qué por el cual SeHun caería a sus pies (en realidad, la única razón es porque LuHan no es él, no es Baekhyun).
El día doce se besarán por primera vez. El chino tomará la iniciativa en el baño de la facultad; SeHun le responderá y descubrirá que la boca del mayor sabe aún mejor que como se ve.



Pero LuHan no es Baekhyun. Son polos opuestos.



Y eso, muy en el fondo, le enloquece más. Esa diferencia le pide, le susurra, le grita que quizás una relación con el mayor podría funcionar.



Pero, nuevamente, LuHan no es Baekhyun. No es él.



En la tercera semana el mayor se enterará de la edad de SeHun. Dieciséis. Dieciséis. Caminará de un lado a otro susurrando improperios en Chino de los cuales el menor jamás ha oído, y si los vuelve a oír quizás no recordará haberlo hecho antes.
Se retará y se recriminará por entrometerse con alguien menor. Porque tres años de diferencias no son muchos, dirá, pero cuando uno tiene dieciséis y el otro diecinueve es donde se nota más; su relación es ilegal. Dejando a un lado el tema de que ambos son hombres, se está aprovechando de un menor según la ley.

Pero le importará un carajo aprovecharse de un menor cuando SeHun le bese. Porque les quedan unos días más para dejar todo atrás: en aquellas tierras Chinas en las que SeHun jamás volverá a poner un pie encima. A LuHan le importa poco (por no decir nada) que sus finas manos recorran la pálida piel del menor, explorar y conocer lugares que ni el menor sabía que existían en su cuerpo. Porque la cordura que le queda (o que cree que le queda) se esfuma cuando la piel del más alto se pega a la suya produciéndole un calor más alto que el pronóstico del tiempo ha asegurado que sería. SeHun sonríe sabiendo que tiene el control, que el mayor no puede resistírsele. Tendrá una gran historia que contarle (presumirle) a Kai cuando vuelva a Corea.




Los últimos días serán, sin duda, los más divertidos. Se escaparán, incumplirán normas, harán lo que se les de la gana; lo disfrutarán, sí. Comerán litros de helado, harán guerras de agua, y se besarán cada dos por tres (con manos traviesas entre medio; escenas con ranking +18 quizás).

El día en el que deberá volver a Corea será el que más recuerden de aquel cambio de aires. SeHun se encargará de recordar esa sonrisa en ese rostro. No estará triste porque no se ha enamorado, no estará dejando atrás al amor de su vida ni a su mejor amigo. Un amorío sin más; de esos amores locos de la juventud de los cuales siempre te acuerdas y quieres, en algún momento, revivir. Se despedirán con un beso travieso y fugaz (no sin haberse aprovechado del seguro del baño un rato, claro), ni palabras de cariño habrá. Un “adiós” será lo último que podrá leer el menor en la boca del contrario desde la lejanía, justo antes de que se formara esa sonrisilla. Y es ahí, cuando la verá por última vez justo antes de subirse al avión, que creerá que le tenía más que ganas a LuHan.



# # # # #



El primer día en Corea luego del viaje.

Volverá a ver a sus padres, a sus amigos.

A Baekhyun.



Y allí lo notará, y lo tomará como un balde (una bañera si es posible) de agua fría en pleno invierno.



Notará que Baekhyun no es LuHan.
 

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