sábado, 1 de diciembre de 2012

[HunHan/03] Deplore: Maybe, in another life ;;


# C a p í t u l o  III.


Y de un momento a otro, no hay algo bajo sus pies.
El aire le roza la cara y todo el cuerpo, está cayendo.
Rápido, muy rápido.


Lo siguiente es agua. Ese líquido… rodeándole. Haciendo presión contra su cuerpo, prohibiéndole caer más.


Estoy… ¿vivo?






La lluvia pasa y LuHan está sentado al borde del acantilado, tirando piedras. Kris está junto con JongIn bajo un árbol, vigilando que no haga una locura.

Pero LuHan no es el único que sufre.
JongIn llora, sorbe su nariz, se limpia las lágrimas. Maldice al Elfo una y otra vez en su mente y en voz alta, le mata con la mirada y en su imaginación, echándole la culpa de lo-que-sea que haya pasado.
Kris le observa, aun buscando al menor con la mirada. Porque definitivamente volvería. Tenía que volver.

Pero los segundos avanzan y… nada.

Las gotas de lluvia se van deteniendo poco a poco, dándole paso a un reluciente sol, a un hermoso arco-iris. Las aves vuelven a cantar y es como si nada hubiera pasado. Nada.
Y cuando Kris devuelve su vista hacia LuHan, no está.
Llama a JongIn y éste le ignora, así que se aguanta sus ganas de matar al mocoso ese, hijo de troll y corre hacia el lugar donde recién estaba LuHan para buscar señas de la dirección por la cual el Elfo se hubiera ido, pero nuevamente nada. Respira profundo y capta lo que busca. El aroma dulzón de SeHun ya no está (y se esmera en tratar de encontrarlo, pero es como buscar a un enano en tierra de gigantes), pero el de LuHan sigue ahí. Hacia su izquierda, y no duda en seguirle antes que se mezcle más con la humedad presente.
Cierra los ojos y se deja llevar guiado por su esencia (entonces, es verdad que los dragones tienen buen olfato. Es un gran dato si eres perseguido por uno). De pronto, tropieza. Cuando lo hace pierde su concentración y, también, el rastro de LuHan. Y está a punto de cambiar su cuerpo por uno gigante y con alas cuando un chico moreno, un mocoso moreno según Kris, le señala con el pie hacia adelante.
Y allí está SeHun, como si nada, jugando con agua que el alto no sabe de donde mierda salió ya que flota en el aire. Siente el impulso de sacarlo de ahí, ir por LuHan e irse lejos… y está bien, llevarse al hijo de troll también.

Pero ocurre ese algo.

Eso que espera desde siempre.

El agua comienza a rodear a SeHun y éste empieza a cambiar. Su piel, su cabello, sus ojos. Y Kris piensa que es mucho mejor de lo que alguna vez pensó.

Pero algo no cuadra.

El olor de LuHan le había llevado hasta allí y no le ve. Es ahí cuando siente que esa misma agua se le acerca y él solo atina a retroceder. Le va a gritar a SeHun cuando la voz de LuHan (¿Dónde está?) se le adelanta. “SeHun, ¡SeHun! ¡Hunnie!”. Y el menor, como recién sacado de un sueño, se percata de la llegada de sus amigos.

Paf. Hace LuHan cuando cae desde algún lado.

Paf. Hace Kai en el momento en que es lanzado contra un árbol.

Paf. Hace Kris al caer al piso con SeHun.



“No… No se lo llevarán”. Mierda.



— ¡Es Suho! — grita. “Jodido JoonMyeon”, piensa.
Pero nadie sabe quién es ese tal SuHo.

— ¡JoonMyeon! ¡Soy YiFan! — Los hermanos le miran extrañado, ni idea quién es “YiFan”. El moreno abre la boca, formando una pequeña “o” y sin podérsela creer. YiFan… el maldito YiFan. Dragón de dragones, ladrón de ladrones, asesino de asesinos. El desaparecido YiFan, ¿eh?

— ¿YiFan? — se escucha de fondo, y el agua que flota empieza a juntarse. Una a una las gotas se entrelazan formando una figura cristalina, que una vez bien definida empieza a dar indicios de tener un rostro y ser algo — ¿Wu YiFan?

— El mismo, SuHo.

— ¿Pero no que tú… —

— No. Lo que sea que estés pensando, no. Y ahora te jodes y me dejas largarme con el mocoso, con LuHan y SeHun.

— ¿Es el hijo de SeYoung?

— Sí.

— Solo por esta vez, Fan — SuHo le mira, desafiante como ninguno contra Kris. Quiere, desea, necesita todo lo proveniente de la Nayade con él. ¿Obsesión? ¿Locura? ¿Amor? Bah, palabras. Hay cosas que no se pueden explicar, que se deben sentir y, quizás, SeYoung provoca ese-tipo-de-cosas en JoonMyeon — Y solo porque eres tú.

— Sí, como digas.

Él lo sabe WuFan, el moreno. Sabe quién eres. ¿No quieres dejármelo? — habla SuHo, en un idioma sin nombre e inentendible para los Elfos, pero perfectamente conocido por el dragón. Por un momento, la idea de dejarle a ¿Kia? ¿Kai? Le parece apetecible, confortante, ilusa. Imperdonable tratándose de SuHo.


Unas horas más tarde se aprecia a cuatro chicos (uno demasiado alto, claro), saliendo del bosque de los Kim en dirección hacia la única salida en con camino al norte: los icebergs, terreno de los dragones del hielo (vamos, no creían que estos solo lanzaban fuego por la boca, ¿o sí?).


Lo sabe, lo sabe, lo sabe… ¡Joder no! No, no puede saberlo, no debe. Un paso en falso y todo se acabará. No, este mocoso no me ganará, no me joderá los planes, ¡y menos ahora! Debería volver con SuHo y… ¡No! Cálmate Wu YiFan, cálmate. LuHan y SeHun pelean como una ardilla como si nada, no sospechan nada, saben simplemente nada. Te están mirando, solo sonríeles como si todo estuviera en su lugar… aunque no lo esté. Solo mantén la calma y niega lo que sea… no, no, no han dicho nada, no niegues nada. Ellos… confían en ti, sí. Ese mocoso no es nadie y… no seguirá mucho tiempo más con nosotros, no. Ríe, si, así, bien alto, mírale desafiante con tu sonrisa ladina y temeraria que tanto te sirvió años atrás. Perfecto, justo como ahora. Es como si yo creciera (¿o él se hiciera más pequeño?).
Me teme. Me rehúye. Me odia. Me… desafía con la mirada.
Respira Kris, que no rompa tu tranquilidad… porque si realmente sabe quién eres ni se acercaría a ti. No se arriesgaría a nada, YiFan.
Sí, perfecto. Wu YiFan.

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